febrero 02, 2013

¡OH! muerte, ¿dónde quedó tu victoria?

¿Cómo vamos a desembarazar al Alma del cerco de la razón engañosa?


Mire hacia abajo luego hacia arriba, y vi que se aproximaban los Llameantes Serafines;
en mi interior el deseo de purificación era intenso.

Mi Alma estaba separada de mi Cuerpo, y comprendí que todo lo que había sentido como atadura de solidez e identificación con una conciencia integral, intransigente, ya no existía.

Anduve vagando por Espirales de Nebulosas, por sutiles velos de Luz, por el Cabello Flameante de los Serafines.
Vi los lugares del Sol y el girar de Mundos vacíos, así como de los sobre-poblados con un orden progresivo de Humanidad.

Comprendí el Mensaje de los Ancianos y supe que la Consciencia de un Niño es la consciencia de los puros de corazón. Supe que los puros de corazón verán a Dios y que las sofisticaciones de la Tierra son castigo para mi propia realidad.
Mi Corazón estallo en pedazos…

¡OH! Amor Divino, no me separes, ni por un instante, de las experiencias de lo Eterno.
El último enemigo que a de ser destruido es la muerte.
¡OH! muerte, ¿dónde quedó tu aguijón?
¡OH! tumba, ¿dónde quedó tu victoria? No sé de ataduras que me aparten de Tu Presencia. Tu Majestad conmigo es todo Hombre conmigo, y Yo con todo Hombre sigo el camino que lleva a Ti.